Pon tu mano Jesús

Jesús, Tú que fuiste el niño, en el mundo más amado,
nacido en un pesebre y flanqueado por la pobreza;
pero dotado de dones de un rey acaudalado,
los cuales no hiciste uso cuando fuiste al calvario.

Eres ejemplo Jesús, de la humildad y el amor,
y diste tu corazón por los pecados del mundo;
y hoy recurro hacia ti, no sé si es pedirte mucho,
que pongas tu mano mi Cristo, para ayudar a los niños.

Mira su necesidad, muchos viven sin un techo,
y el que tiene hasta le niega y no le brinda su aliento;
vete dentro de sus almas, ablándale el sentimiento,
para que los niños puedan tener cobija y un lecho.

Si del polvo hemos venido y al polvo volveremos,
porque nos entusiasmamos en tener grandes terrenos;
y no le damos cabida a otros necesitados,
si total cuando morimos, es poco lo que tenemos.

Pon tu mano Jesús, por todos los que hoy son como un día fuiste tú,
y si miro a mi entorno de muchos puedo decir;
pero hoy te lanzo un grito por los chicos del Brasil,
para que tengan su pan y un lugar donde dormir.

José Miguel Pérez Amézquita (Chemiguel)
(Puerto Rico)

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28 marzo 2008