Un granito de arena

Dentro de mi alma existen mil silencios,
acercando mi almohada,
al miedo de un quejido,
como entrando en la mar sin barca y salvavidas,
hundido entre recuerdos,
que a veces estremecen, mi temor y mi olvido.

Y al mirarme soñando en mejorar el mundo,
me encuentro solitario,
como un triste poeta sin novia y sin salario,
mirando las estrellas, observando el acuario,
de aquella soledad que me rompe el olvido.

Con las lágrimas listas,
para inundar mi alma,
y encender mis sentidos.

Ayer hice mil versos,
cantándole a las flores que adornan mis mañanas,
al galope que anima y oculta mi cansancio,
al cielo que me anima con su azul peregrino,
pero el dolor de adentro, que a veces me consume,
me lleva a hablar ahora de la cruda pobreza,
de niños solitarios, de llantos que no calman,
por carencias perpetuas, por el hambre que ata.

Amo mi soledad, vestida de cansancio,
encendida de sueños que a veces no se cumplen,
voy naciendo en un lirio fragante que me impulsa,
para soñar despierto y ser más solidario,
de un mundo más humano, que expresa su alegría,
con la fuerza que nutre y alienta nuestra vida.
Podemos ser felices entre sueños y esencias,
negándonos por siempre a aceptar la tristeza.

Hagamos una pausa en la vida agitada,
para ver esos rostros que miran suplicando,
que están en cada esquina, extendiendo su mano,
pidiendo una limosna para calmar su hambre,
aquellos niños tristes, sin paz en la mirada,
que viven cada día con un temor constante,
pongamos este día, "un granito de arena",
para apagar un poco aquella gran miseria.

Vicente Iván Herrera (Vicenteherre)
(Ecuador)